El slasher es un subgénero del cine de terror que se adapta con facilidad a distintas épocas, países y situaciones, esto por la simpleza de sus elementos característicos: un asesino y un grupo de personajes listos para morir. Esa sencillez le ha permitido jugar con otros géneros como la ciencia ficción o la comedia y explorar temáticas profundas e interesantes. La conferencia (Konferensen), película dirigida por Patrik Eklund que trata de manera exagerada las consecuencias de la corrupción, es un muy buen ejemplo de esta adaptabilidad que tiene el slasher.
La conferencia nos introduce a un grupo de burócratas que se dirigen a un campamento para tener un retiro, limar asperezas y terminar de afinar los detalles de la construcción de un centro comercial supuestamente benéfico para la comunidad. Las cosas se salen de control cuando aparece un asesino enmascarado y comienza a matarlos uno por uno para vengarse debido a un controversial acto de corrupción.
El guion de Thomas Moldestad y Patrik Eklund, basado en la novela homónima del escritor Mats Strandberg, mezcla de forma constante el terror propio del slasher con un humor negro divertido que sirve para hacer una crítica a la burocracia y corrupción de los gobiernos municipales; esta combinación de géneros funciona bien para darle frescura a la cinta y mantener la atención de los espectadores en todo momento.
La personalidad de cada uno de los miembros del equipo de trabajadores se basa en distintos clichés de oficinistas (similar a la versión americana de The Office), con los cuales uno se puede relacionar e identificar si ha trabajado en una oficina, desgraciadamente el guion no profundiza mucho en ellos como individuos o en sus vidas personales, nunca pasan de ser estereotipos y eso hace difícil que los personajes nos importen cuando comienza la masacre.
Adam Lundgren (Clark) es un divertido y egocéntrico antagonista que utiliza de forma constante su físico para intimidar a otros personajes o sacarle risas a los espectadores; por su parte, el personaje de Katia Winter (The Wave) muestra el colapso que ocurre como consecuencia de un ambiente de trabajo tóxico y lo difícil que es integrarse de regreso al equipo.
Las muertes orquestadas por el asesino disfrazado de Sotis (Robert Follin), la mascota del centro comercial, no son muy elaboradas ni intentan revolucionar el género, sin embargo destacan gracias a una serie de match cuts que interrumpen sus acciones y las intercalan de manera inteligente con escenas de los personajes realizando otras tareas, esto, además de ser un recurso divertido, genera tensión en los espectadores.
La conferencia no es una obra maestra revolucionaria del terror, sus personajes son clichés y el argumento puede ser predecible, sin embargo su mezcla de humor negro, slasher y gore entretiene y la hace una buena adición al subgénero.
“La conferencia” ya se encuentra disponible en Netflix.